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Artículo publicado en la revista Federcaza de enero del 2022. Texto y fotos de R. González Villarroel

Hasta hace muy pocos años, las ventajas de los visores telescópicos resultaban muchas veces eclipsadas por carencias que se hacían notar, sobre todo, en tiros en movimiento y a distancias cortas. Nuevas soluciones técnicas, como las de este Arcea variable entre 1 y 8 aumentos, alcanzan ahora lo que antes quedaba fuera de vista.

Aunque siempre han existido visores con aumentos bajos que permiten encontrar y seguir un blanco con cierta rapidez, y llevamos más de medio siglo con variables desde 1,5 hasta 4,5 o 6x, hace solo 5 años que aparecieron los variables entre 1x (sin aumento, visión natural) y 8x. La novedad, como siempre, se dio en la gama alta de las marcas más prestigiosas, que destinan un importante esfuerzo en personal y presupuesto para lograr avances que luego, a veces varias décadas más tarde, siguen los demás.

En esta ocasión no ha habido que esperar tanto para encontrar popularizada esa fórmula variable del 1-8x, y aún más sorprendente es que haya llegado también a segmentos de oferta muy competitivos en precio. Que sea China el lugar de procedencia quizá reste sorpresa a esto último, pero que hayan alcanzado tan rápido esa técnica de vanguardia deja ver que la potencia asiática ha adquirido personal y conocimiento de muy elevado nivel.

Otra importante característica, que en este caso se une a esa gama de aumentos, es el retículo iluminado, que permite una puntería fácil y muy rápida, sin tener que preocuparse por alinear alza y punto de mira. Con todo eso, idóneo para un visor de batida o montería, añadido a los 8 aumentos máximos que permiten buenos tiros hasta distancias medias-largas, y unas dimensiones y peso muy contenidas, queda prefigurado un visor muy adecuado para casi todas las aplicaciones de caza mayor en España y muchos otros países.

Poner miras al campo y no el mundo por un agujero… A 1x, ya desde 10 m permite ver casi 4 m en los que entran perfectamente un jabalí y su entorno inmediato. Hay ajuste de dioptrías, pero no marcado.

Compacto y bastante ligero: un buen producto de vanguardia técnica, con muchos detalles de calidad en óptica, mecánica y accesorios, como las tapas transparentes con elástico plano.

La gama Adler, con fuerte influencia europea, tiene retícula iluminable en dos colores, con luminosidad ajustable en 5 intensidades en la torreta izquierda, que también aloja la pila.

La gama estrella de un distribuidor en expansión

Encontrar ese producto notable, y ponerlo en nuestro país a un precio sorprendente, ha sido tarea de Arcea, un distribuidor alicantino con más de veinte años de experiencia en mercados internacionales, que el pasado septiembre presentó su nueva gama de visores Adler.
Además de este 1-8x24, también ofrecen un 2,5-20x50, y los dos tienen en común un precio muy por debajo de lo habitual para visores de esas características, junto con las cualidades habituales en un producto de buena calidad óptica: lentes con recubrimiento multicapa, tubo de una sola pieza de aluminio aleado, construcción impermeable con relleno de nitrógeno, etc.

Al abrir la caja del 1-8x24 que recibimos, nos encontramos con la sorpresa agradable de una hoja de instrucciones en castellano e inglés, pero con datos de corrección que no corresponden a este modelo que mueve el retículo 0,5 pulgadas a 100 yd (13,9 mm a 100 m) cada clic de ajuste. Buen acabado y muy buen ajuste y tacto de los mandos. El tubo de 30 mm y la campana del ocular, de 44,5 mm de diámetro, hacen que resulte compacto, pero no pequeño (275 mm de largo) aunque bastante contenido de peso: en báscula, 459 gramos sin tapas y 482 con ellas (transparentes y con gomas estilo europeo), ambos mejores de lo declarado por Arcea.

Los elementos de manejo, como el anillo de mando del zoom, son todos muy cómodos y de buen tacto. Con poco más de media vuelta se pasa de 1 a 8 aumentos, y su cresta no estorba.
El objetivo de 24 mm, que no sobresale del tubo de 30 mm, es más compacto y permite montajes extremadamente bajos.
Dada su enorme flexibilidad de empleo, este tipo de visores resulta muy popular para uso en competiciones de acción en EE. UU.: un solo visor de estos, sustituye a varios tipos de miras.
Asombrosa capacidad de ajuste: a 8x es mayor de lo que se ve por el visor. Tiene 8 vueltas y es posible perderse si no se tiene cuidado: una vuelta (30 MOA) nos saca fuera del blanco a 100 m. Ideal para tiro a distancias muy largas, cartuchos antiguos… o tiro con ballesta.
Los objetivos de 24 mm, propios de aumento bajo, obviamente no reducen el campo de visión, pero son menos luminosos. Las lentes tienen recubrimiento multicapa.

El tubo objetivo recto, sin campana, ofrece mucha libertad de montaje, aunque en rifles con cerrojo de 90° no son aconsejables las monturas más bajas. Es sobre todo un visor para rifles rápidos, como semiautomáticos, cerrojos lineales, etc.

Ajustado a 1x, el visor parece convertirse en un anillo que nos muestra la zona de tiro, pero sin poner vallas al campo visual: solo la referencia clarísima del punto luminoso y la cruz del retículo, e incluso el cañón del rifle. Sin embargo, hay que ajustar el encare, porque si bien la pupila emergente es grande (8,3 mm, que indica un diafragma para evitar distorsiones) el disco de imagen plena se mantiene solo con 1-2 cm de holgura adelante-atrás: la distancia al ocular (‘Eye Relief’ medido) está entre 8 y 11 cm, que se incrementa con aumentos bajos, y es sobrada incluso rifles magnum.

El impresionante campo visual nos sorprendió en las mediciones: 38,1 m a 100 m de distancia. O lo que es lo mismo: ya a 10 m, con casi 4 m disponibles de campo, un jabalí entra de sobra en miras. Y a los 8x de máximo aumento, también ofrece unos notables 4,7 m a 100 m.


Para diversas distancias, para cualquier calibre…


La calidad óptica es muy satisfactoria, sin distorsiones apreciables de color, aceptable nitidez y, sorprendentemente, solo una muy leve distorsión en barril a 1x, que desaparece en cuanto superamos 1,5 aumentos. Como cabe esperar con un objetivo de 24 mm y retícula esmerilada, no es un visor de gran luminosidad indicado para esperas nocturnas, berrea, etc.

La enorme capacidad de ajuste de este visor corrige o compensa cualquier deficiencia balística o de montaje, como las bases muy altas de algunos rifles y carabinas calibre .22 LR.


La puesta a tiro resulta cómoda por las grandes ruedas de ajuste, donde al medir encontramos otra de las cualidades sobresalientes de este visor, que tiene la capacidad de mover el punto de impacto nada menos que 6,1 m en vertical, y 4,6 m en horizontal, a 100 m de distancia. Es decir, que a 25 metros es capaz de recorrerse corrigiendo en altura 3 veces el tamaño del blanco 50x50 reglamentario, y 2 veces en ancho… y compensar así la trayectoria no ya de cualquier bala, sino de una ballesta en un vendaval o para nivelar cualquier exigencia de montaje.

Buena distancia al ocular (‘Eye Relief’) de aprox. 9 cm, adecuado para calibres magnum. Con su holgura longitudinal de unos 2 cm, crea un ‘Eye Box’ que permite un encare bastante rápido, sin llegar a una mira réflex, etc.
El anillo del ocular parece el círculo que centra nuestra atención y pone miras, sin menguar el campo. Con montajes bajos, hasta 6x se ve, incluso, el cañón del rifle…
Un visor con posibilidad de montaje muy bajo, que facilita el encare. Muy propio para rifles rápidos: semiautomáticos, cerrojos lineales, palanca… También con cerrojos de giro reducido, como este de 58°, pero no para los de 90° como Mauser 98, etc.


Tanto ajuste requiere cuidado, porque es posible dar casi 8 vueltas de compensación (solo son efectivas poco más de 6, el resto es sobrante, y hay 60 clicks/30 MOA por vuelta) y perder la cuenta; de ellos, un total de 435 en altura, y 362 en lateral, se ocupan de mover el retículo. Cada clic teóricamente tiene 13,9 mm, valor que encaja muy bien con los resultados medidos, aunque parece que la corrección en deriva (lateral) era ligeramente menor. Las correcciones eran exactas y, al deshacerlas, girando al contrario, la retícula regresaba justo al punto inicial de partida.

Por último, comentar que el retículo iluminado resulta aquí extremadamente útil. En días luminosos, la máxima intensidad y el color rojo son lo más aconsejable para el tiro rápido con este visor, técnicamente muy notable y con una amplísima gama de aplicación, que viene a completar la oferta más asequible en estos momentos de carencias.

Especificaciones

  • Aumentos: variables, de 1 (visión natural) a 8 aumentos.
  • Diámetro del objetivo: 23,5 mm (medido).
  • Campo de visión lineal medido: 38 m (1x) / 4,8 m (8x) a 100 metros de distancia.
  • Distancia del ocular al ojo: 82 - 90 mm.
  • Diámetro de la pupila de salida: 8,3 (1x) / 3 mm (8x).
  • Retícula: Iluminable, dos colores, Tipo 4/Plex + dot. Graduable en 5 intensidades (en rojo y en verde). Segundo plano focal (no aumenta).
  • Ajustes retícula, a 100m (medido): 610 cm en altura; 460 cm en lateral. 1 clic: 13,5 mm a 100 m (aprox. 0,5 MOA).
  • Peso: 459 g. Tapas: 23 g.
  • Dimensiones: 275x52x68 mm.